¿Qué pensaríais si os dijera que una emoción dura 90 segundos? La primera respuesta de muchos de mis clientes es : “¡IMPOSIBLE! Si yo llevo enfadado 1 año o estoy triste desde hace meses”  Estoy segura de que es así, pero tambien se que durará el mismo tiempo que tu decidas que dure y que como mínimo serán 90 segundos.

La neurociencia nos enseña que en la parte central del cerebro, integrada dentro del sistema límbico, está situada la amígdala cerebral, la mayor responsable de nuestras emociones.

Frente a un estímulo o situación, esa amígdala segrega una sustancia que, a su vez, estimula otros centros del sistema límbico, formando un “coctel genuino” responsable de cada emoción. Esta combinación entra en el torrente sanguíneo y produce los efectos físicos de la emoción: sudoración, enrojecimiento, palpitaciones, tensión muscular, risa… Esta reacción tarda unos 90 segundos en ser reabsorbida por el cuerpo y desaparece.

¿Nunca os ha pasado que alguien o algo os asusta y vuestro corazón palpita a gran velocidad? Cuando os dais cuenta que es un simple susto o una broma, progresivamente ese “miedo” empieza a desaparecer.

¿De qué depende que esa emoción se mantenga en el tiempo? Las emociones en sí mismas son temporales, sólo dependerá de LA IDEA ASOCIADA A ESA EMOCIÓN.

Lo mismo pasa con la ira o el enfado… Si la idea a la que la emoción está asociada es recurrente, no dejamos de pensar en ella— la emoción se renueva por sí misma “reiniciando” de nuevo ese coctel de sustancias que provocan esa emoción.

Si nos enfadamos con alguien y eso provoca en nosotros una emoción de IRA, tal y como hemos comentado, ésta durará 90 segundos.

¿Entonces como puede ser que las personas que estemos años sin hablarnos, manteniendo una emoción de ira y odio, debido a una discusión o situación concreta?

PORQUE ASOCIAMOS LA EMOCIÓN A ESA IDEA O SITUACIÓN CONCRETA, y al volver a pensar en ella ponemos nuestro foco de atención en ese hecho que, a su vez, hace que la amígdala vuelva a segregar la sustancia creando de nuevo el “coctel” de la misma emoción que sentimos.

Si nos focalizamos constantemente en algo que nos enfada, estaremos “renovando” el enfado dentro nuestro. De la misma manera que cuando algo nos hace mucha gracia o vivimos una situación placentera, volvemos a segregar “esa mezcla mágica” que nos vuelve a hacer que nos riamos en carcajada o que volvamos a sentir como en nuestra piel aquel momento. En este caso si la emoción es positiva para nosotros, es genial para nuestra “salud” volver a recrear ese momento que nos hace sentir bien … pero si la idea asociada nos hace sentir tristeza, rabia, temor, fobia … por lo menos sabemos que esa emoción solo dura 1 minuto y medio, solo depende de nosotros hacerla efímera.
Muchas veces no es fácil, desvincular y hacer que esa emoción no dure más de un minuto y medio , por eso yo nunca aconsejo recurrir a medicación artificial ya que nosotros mismos somos capaces de crear “nuevos cocteles” solo con nuestros pensamientos y nuestras acciones.

En cuanto se sienta esa emoción que no nos gusta bebamos un vaso de agua, hagamos una pequeña caminata, respiremos profundo y pausado … cualquier cosa que nos sirva para relajar la mente, cambiar la composición química de la sangre y sacarnos el foco de aquello que nos produjo esa emoción.

Si estas en un momento donde te cuesta salir de un estado emocional que es negativo para tí o te gustaría aprender a gestionar mejor tus emociones, clica aquí y hablamos cuando quieras.

NO HAY EMOCIONES ETERNAS, SINO CREENCIAS QUE ÉSTAS LO SON.

Entradas recomendadas

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *