Cooperé en diferentes ámbitos educativos y sociales que me ayudaron a seguir conociendo a las personas y me enamoré perdidamente de la fuerza que existe en cada uno de nosotros. Es una valentía que muchos desconocemos hasta que sucede algo que nos pone a prueba. En mi caso, esas pruebas me llevaban a estados de crisis y me di cuenta que esas catarsis siempre producían el mismo resultado, hacer que yo mejorara.
Durante más de 15 años, trabajé como coordinadora y supervisora de equipos, en empresas pequeñas y en esos gigantes que llamamos multinacionales. Trabajar en diferentes sectores con perfiles totalmente distintos me enriqueció mucho y me hizo abrir la mente.
Fue en una de estas multinacionales donde conocí a la persona que cambiaría el rumbo de mi vida. Él me llevó a ese destino en el que he decidido montar mi hogar laboral y emocional, el coaching.
El coaching a través de sus preguntas, me dio muchas de las respuestas que necesitaba y me quedé perpleja con su efectividad. Sentí que ya no había vuelta atrás, ahora sí, empezaba la fiesta …