Te sientes frustrad@ y perdid@.
Intentas rendir al máximo en todos los roles de tu vida, te esfuerzas por ofrecer la mejor versión de ti y aun así piensas que no es suficiente, nunca estás satisfech@.
Te afecta demasiado la opinión de los demás. Te da miedo que no te valoren, que te critiquen o que te rechacen y necesitas tener la aprobación del resto para reafirmar tus decisiones.
Te juzgas y te culpas cuando las cosas no salen como quieres o se escapan de tu control.
La carga cotidiana te sobrepasa, sientes un nudo en tu interior, una ansiedad que a veces no te deja ni respirar.
Quieres cambiar tu situación, controlar tus emociones, pero no sabes cómo afrontar lo que sientes.
Te cuesta mucho tomar decisiones, te da pavor la posibilidad de no acertar.
Tienes poca confianza en ti mism@, no te crees capaz de conseguir aquello que te propones.
En definitiva, sientes que algo en ti no va bien.
Anhelas vivir en paz contigo mism@, sentirte realizad@, tener una vida plena. Y pese a todo, omites ese grito interior que te está pidiendo un cambio.
Reconócelo: te da miedo salir de tu zona de confort, no te atreves a dar el salto. Y es normal, está bien, a todos nos asustan los cambios.
Ahora, detente un minuto, ¡respira!
¿Te has parado a pensar si debes creer todo lo que dice tu mente?
¿Y sí esos pensamientos, que quizá no sabes que existen, te estuvieran impidiendo alcanzar la vida que sueñas?
¿Y sí esos bloqueos inconscientes estuvieran tomando el control de tu vida?